El efecto de esta sordina puede variar. Cuanto más acerquemos la copa al pabellón más brillante y compacto será el sonido y cuanto más la alejemos del pabellón, su sonido es más oscuro y ahogado, ya que el aire toma dos caminos, el de la sordina y el que sale por la campana de la trombón, sin intervenir en la misma.